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martes, 13 de diciembre de 2011

Inflamación



En un intento de neutralizar a un agente invasor, se produce una reacción en el tejido conectivo vascularizado que se denomina inflamación. Este complejo proceso produce el acúmulo de fluidos y leucocitos en el espacio extravascular. Por lo general es una respuesta protectora que trata de restaurar los tejidos lesionados.

La inflamación puede ser originada por factores endógenos (necrosis tisular o rotura ósea) o factores exógenos como lesiones por agentes mecánicos (corte, etc), físicos (quemaduras), químicos (corrosivos), biológicos (microorganismos) e inmunológicos (reacciones de hipersensibilidad).

Tras un proceso inflamatorio puede ocurrir lo siguiente:
·         Resolución con retorno a una estructura y función normales 
·         Supuración con formación de abceso. 
·         Hinchazón con regeneración de tejido especializado o fibroso formando una cicatriz  
·         Persistencia del agente causante, haciéndose el proceso crónico

Los principales signos de la inflamación son:
·         Calor
·         Rubor
·         Tumor
·         Dolor
·         Impotencia funcional

La coloración y el calor se deben a un aumento del flujo sanguíneo en el área traumática y a la constricción de las vénulas. Los cambios de la microcirculación son inducidos por mediadores químicos. Estos mediadores, además, aumentan la permeabilidad capilar con lo que los líquidos y las células sanguíneas pasan al espacio extravascular provocando la hinchazón y un aumento de la presión local que es el que origina el dolor.

Una de las características más importantes es saber diferenciar entre la inflamación aguda y la crónica y sus determinantes:

En la inflamación aguda:

•   Cambios en el flujo y calibre vascular, que hacen que aumente el flujo sanguíneo.

•   Cambios estructurales en los vasos sanguíneos que aumentan la permeabilidad vascular e inducen la formación de exudado inflamatorio.
                                 
•  Paso de los leucocitos del espacio vascular al extravascular alcanzando así el foco de las lesiones. El resultado de todo ello es el acúmulo de un fluido rico en proteínas, fibrina y leucocitos. En los primeros 10-15 minutos se produce una hiperhemia por dilatación de arteriolas y vénulas y apertura de los vasos de pequeño calibre.

Inflamación crónica
Si la inflamación dura semanas o meses se considera crónica, y tiene dos características importantes:
•   El infiltrado celular está compuesto sobre todo por macrófagos, linfocitos y células plasmáticas.

•   La reacción inflamatoria es más productiva que exudativa, es decir, que la formación de tejido fibroso prevalece sobre el exudado de líquidos.



Entre los mediadores para la inflamación están los mastocitos y las plaquetas, quienes estimulan al ácido araquidónico con la consiguiente síntesis de prostaglandinas, leucotrienos y tromboxanos.

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